Novedades en Rehabilitación Cardiopulmonar
/El beneficio del ejercicio sobre la salud no es un “hallazgo” de la medicina moderna, ya en el año 450 AC, el considerado padre de la medicina, el griego Hipócrates, decía que las personas deben mantener sus músculos en movimiento para evitar que los mismos se deterioren.”
La actividad física regular y controlada se ha impuesto en todos los ámbitos como un complemento seguro y efectivo para ayudar a mantener una buena salud y mitigar los efectos negativos de una serie de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y otras, como por ejemplo la hipertensión, la diabetes, la obesidad, el asma, la EPOC, cánceres, etc., es decir este beneficio no está limitado solamente a las personas que gozan de buena salud, sino también a todos aquellos que padecen patologías crónicas como las cardíacas o respiratorias las cuales se verán beneficiadas experimentando una franca mejoría al acogerse a un programa médico regular de ejercicios, científicamente comprobado y bajo estricto control médico.
Dicho programa que se conoce como Rehabilitación Cardiopulmonar tiene como objetivo el mejorar la aptitud física de personas con problemas cardíacos, respiratorios y con otras patologías, mejorando la resistencia cardiovascular, los parámetros respiratorios, la fuerza y elasticidad, sin contar con la importante mejoría psicológica que experimentan estas personas al recuperar total o parcialmente su capacidad física.
Entonces, los objetivos de en un Programa de Rehabilitación Cardiopulmonar son evaluar la capacidad y las limitaciones iniciales del paciente, desarrollar una prescripción individualizada del ejercicio, observar la respuesta del paciente a esa prescripción y fomentar la participación a largo plazo en ejercicios regulares sin supervisión, es decir en su domicilio y la instalación de un estilo de vida cardiosaludable.
Las personas que se beneficiarán con estos Programas son aquellas que padecen o han padecido algunas de las siguientes patologías:
Previamente o después de una cirugía cardiovascular, en enfermos con enfermedad coronaria (luego de infartos de miocardio o cuadros anginosos coronarios agudos, luego de recibir una angioplastia (stents), los que padecen de insuficiencia cardíaca, arritmias, previo o posterior a un trasplante cardiaco, síndrome metabólico. (Diabetes, obesidad, etc.)
En pacientes con enfermedades respiratorias: portadores de una EPOC, fibrosis pulmonar, bronquiectasias, asma bronquial, enfisema, fibrosis quística, hipertensión pulmonar, pre y pos trasplante pulmonar o cirugías torácicas que requieran mejorar la capacidad funcional.
A modo de ejemplo, los pacientes con insuficiencia cardíaca suelen tener una capacidad de ejercicio limitada debido a la falta de aire (disnea) y a la fatiga. Los síntomas de la disnea inducida por el ejercicio se asemejan a los de la disnea relacionada con el desacondicionamiento físico y estos síntomas hacen que los pacientes tengan miedo de estar activos y que puedan interpretar dichos síntomas como un empeoramiento de su enfermedad.
Aunque anteriormente se desaconsejaba el entrenamiento con ejercicios de los pacientes con insuficiencia cardíaca, la evidencia respalda el papel del entrenamiento con ejercicios en esta población como un medio para revertir las anomalías del músculo cardíaco y esquelético y mejorar el estado funcional y la calidad de vida de estos pacientes. .
La rehabilitación pulmonar es una intervención integral adaptadas al paciente que incluyen, entre otras, entrenamiento con ejercicios, educación y cambio de comportamiento diseñados para mejorar la condición física y psicológica de las personas con enfermedades respiratorias crónicas y promover la adherencia a largo plazo a comportamientos que mejoran la salud.
El inicio de la rehabilitación con ejercicios durante o inmediatamente después del ingreso por insuficiencia respiratoria aguda o crónica reduce el grado de deterioro funcional y acelera la recuperación. También puede reducir los reingresos (internaciones) y la mortalidad.
Los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) a menudo disminuyen su actividad física porque el ejercicio puede inducir o empeorar la disnea. El progresivo desacondicionamiento asociado con la inactividad inicia un círculo vicioso, en el que la disnea se vuelve problemática a demandas físicas cada vez más bajas. La rehabilitación pulmonar tiene como objetivo romper dicho ciclo.
Pruebas especiales e indispensables en la Rehabilitación Cardiopulmonar
Dentro de las pruebas consideradas como indispensables en un programa de rehabilitación cardiopulmonar figura la Ergoespirometría.
La prueba de consumo de oxígeno, ergoespirometría, o test de ejercicio/esfuerzo cardiopulmonar, es una herramienta para evaluar la capacidad de ejercicio de los pacientes que sufren alguna de las enfermedades mencionadas anteriormente.
Recomendada por todas las Guías internacionales en el tratamiento de las patologías cardíacas y respiratorias, la ergoespirometría, la más completa de las pruebas para la evaluación pulmonar y cardíaca, es considerada como “de excelencia y de primera elección” en la prescripción de los programas de entrenamiento físico para la rehabilitación cardiorrespiratoria debido a la riqueza de la información que otorga.
La ergoespirometría utiliza un cicloergómetro o una cinta deslizante para medir la respuesta fisiológica de los pacientes ante el esfuerzo midiendo el consumo de oxígeno, la producción de dióxido de carbono, el volumen corriente y la ventilación minuto de los pulmones, la oximetría de pulso, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el trazado continuo electrocardiográfico.
Esta novedosa prueba de esfuerzo permite analizar los gases espirados, y por lo tanto evaluar de una manera objetiva la capacidad funcional y el progreso de los pacientes portadores de enfermedades cardíacas y respiratorias además de efectuar una estimación individual del riesgo de morbimortalidad cardiovascular y por otras causas.
El ergoespirómetro permite además distinguir la etiología (causa) de la disnea (falta de aire), es decir si la misma es de origen cardíaco o respiratorio y en base a los resultados poder cuantificar la capacidad para realizar esfuerzos físicos y evaluar la progresión de estos pacientes